domingo, 29 de mayo de 2016

Lou Andreas Salomé: Psicoanalista, escritora, alumna de Nietzsche, amiga de Freud, musa de Rilke, libre, desconocida


Nacida en San Petersburgo, Lou Andreas Salomé (1861-1937) fue una escritora, pensadora y psicoanalista que figuró en los círculos intelectuales más notables de la Europa de finales del siglo XIX. A pesar de convivir con las mentes más privilegiadas de su época, ella es hoy virtualmente desconocida, un hecho que nos obliga a cuestionarnos la validez de la fama.

Hija de un general ruso que trabajaba al servicio de la familia Romanov, a los 17 años conoció a su primer mentor, Henrik Gillot, maestro de los hijos del zar que la iniciaría en teología y en literatura francesa y alemana. Gillot, casado y con hijos, se enamoró rápidamente de Lou y pidió su mano, ella lo rechazó.

En 1880, Lou viajó a Zúrich con su madre donde cursó estudios de dogmática e historia de la religión en la Universidad de Zúrich. Dos años después se trasladó a Roma donde conoció a Paul Rée (quien sería su amante durante un tiempo) y a Friedrich Nietzsche, con quienes establecería un trío intelectual apabullante. Sus viajes y estudios continuaron, hasta que en 1887 conocería al hombre con quien se casaría, Carl Friedrich Andreas. El matrimonio con Andreas, que duró hasta la muerte de él en 1930, nunca fue consumado, pues se dice que él la chantajeó con suicidarse si no aceptaba casarse con él y que siempre vivieron en casas separadas, además de que Lou mantuvo relaciones con otros hombres durante el resto de su vida

Salomé mantendría una independencia económica de su marido escribiendo artículos y libros. Fue la primera en publicar estudios sobre la obra de Nietzsche, seis años antes la muerte del filósofo, quien en algún punto se enamoró de ella y le pidió matrimonio, propuesta que ella, una vez más, rechazaría. Algunos estudiosos creen que fue en esta etapa y bajo la influencia del desencanto que Nietzsche escribiría Así habló Zaratustra.

Lou Andreas Salome-Paul Ree-Nietzsche

Lou Andreas-Salomé, Paul Rée y Nietzsche

En 1897, ya casada con Andreas, Lou conoció al escritor Rainer Maria Rilke, con quien mantendría una relación amorosa durante muchísimos años. El joven poeta, quince años menor que ella, se enamoró instantáneamente de Lou, que al principio lo rechazó. Después de tiempo y tras la insistencia de Rilke, ella accedió a tener una relación con él, que siempre osciló entre el amor, la amistad, la admiración, el amor platónico y una relación creativa muy profunda. Prueba de su prolongada e intensa relación son las cartas de amor que se escribieron y que aún se conservan. Entre otras muchas cosas, ella le enseñó ruso a Rilke, para que éste pudiera leer a Tolstói y a Pushkin.

En 1902, tras el suicidio de Paul Rée, Salomé entró en una profunda crisis de la que saldría con la ayuda del doctor vienés Friedrich Pineles. Ella mantendría una relación amorosa con él que resultaría en un aborto voluntario por parte de Lou.

En 1911, ella conoció a Sigmund Freud e inmediatamente se enganchó con el psicoanálisis, siendo la única mujer aceptada en el Círculo Psicoanalítico de Viena. Ambos mantendrían una relación amistosa de profundo respeto y cariño durante el resto de sus vidas. A partir de 1915, ella comenzó a dar consulta psicoanalítica en la ciudad alemana de Gotinga.

Lou Andreas Salomé murió en 1937, a los 76 años de edad, a causa de una falla renal. Su pensamiento mezcló el psicoanálisis freudiano con la filosofía de Nietzsche y sus estudios se basaron, principalmente, en el narcisismo y en la sexualidad femenina.

Se trata de una mujer que vivió su vida con una extrema libertad, fuera de lo común para su época; ella fue un ícono de la mujer liberada de principios del siglo XX. Y a pesar de que extrañamente permanecería en la región sombría de la memoria histórica, lo cierto es que algunos de los hombres fundamentales de los últimos cien años suspiraron más de una vez por ella.

miércoles, 12 de junio de 2013

Recomendación de la semana: Muerte en la escuela.

Muerte en la escuela de Giorgio Scerbanenco.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

El almuerzo desnudo

Hacía tiempo que había comprado la edición de Anagrama de El almuerzo desnudo de William Seward Burroughs. Aquella vez intenté leerlo pero definitivamente no pude pues me pareció un tanto confuso. Entonces me di cuenta que hay niveles de lectura, o mejor dicho niveles en la comprensión de la lectura . Tuvieron que pasar algunos años, algunos de intensa lectura otros de inconfesable fiaca (flojera para los no iniciados), pero a final de cuentas me sirvieron de preparación para acceder a nuevas lecturas. Creo que El almuerzo desnudo me estuvo esperando en el librero en Ciudad Juárez, en el de Granada, de Matamoros y finalmente en el de Oaxaca para que pudiera acceder a él. Finalmente, algunos años después de andarlo mudando de libreros pude leerlo. Tardé un mes y medio en hacerlo pero valió la pena. La palabra que puedo usar perfectamente para describir tal obra es "alucinante", es como asistir a una sesión de flashazos. La crudeza con la que habla hace explorar nuevas formas estéticas. El esfuerzo por estirar el músculo de los convencionalismos de moral y estética es sumamente palpable cuando uno se sorprende a punto de dejar el libro a un lado cuando una situación o párrafo nos incomoda. El texto es extraordinario y definitivamente merece una segunda y hasta tercera lectura, pues en cierta forma me siento en deuda con el libro.

viernes, 5 de febrero de 2010

Ya no sean puercos

Pues las inundaciones están canijas, algunas ciudades se colapsan con una pequeña lluvia, al menos eso pude ver cuando viví en Ciudad Juárez y Matamoros, las otras , no cantan mal las rancheras, y si salen a la calle después de la lluvia van a darse cuenta que las coladeras están hasta la madre de basura. Así que cuando se nos inunde el asunto ya mejor ni lloriquear, mejor órale a tirar la basura en su lugar.
Pedirles esto vía blog es más seguro, pues hace cosa de un mes vi a un taxista que estaba parado en un semáforo en rojo que muy cómodo estaba limpiando la basura de su taxi, luego con toda la desfachatez del mundo arrojó la basura por la ventanilla, cuando le reclamé, se ofendió y casi casi se baja a echar madrazos, de buenas que le prendió el verde y se largó.
Luego ayer, sin ir más lejos, fui a sacar una factura a la gasolinera, cuando llegué, me tuve que esperar, porque el único lugar disponible para estacionar el carro estaba frente a una toma de agua, marcada en rojo, y el cajón de estacionamiento estaba marcado en rojo para los bomberos. Después de esperar casi 10 minutos se desocupó un lugar y lo ocupé. En eso, llega un taxista y se estaciona en el lugar reservado para los bomberos, todo esto sucedió ante la mirada de los empleados y del guardia de P.A.B.I.C. Nuevamente fui a meter mi cuchara y le dije al guardia que ese lugar estaba reservado para los bomberos y como respuesta solo movió los hombros indicando que no era pedo de él. En fin, estamos como estamos xq así lo queremos. Luego salen los de TVAzteca todos lacrimosos sacando a esas colonias todas inundadas donde vemos que sale gente sacando sus cosas de las casas. Pero la culpa es de todos. Por cierto, Tengo un conocido que tiene algunos litros de amoníaco, ¿alguien sabe como disponer de ese producto?

sábado, 30 de enero de 2010

El guardián entre el centeno

Pues se murió Salinger, autor del que leí un par de veces El guardián entre el centeno, la primera vez en español y la segunda en inglés. En español me gustó mucho, la edición solo la he hallado de Editorial Alianza, que aunque la presentación es fea, la calidad editorial es buenísima, en cambio, la edición en inglés si me dio mucho trabajo, sin embargo quedé con un buen sabor de boca, pues la historia es extraordinaria.
Ermitaño, gruñón y hasta misántropo (creo yo), me acordé de Salinger cuando se estrenó Finding Forrester, no he leído las reseñas de la película, ni como se hizo, quizás y hasta se inspiraron en él.
No hubo espacio en la tele y los periódicos para la muerte de Salinger, espacio y tiempo estuvieron ocupados con las consecuencias legales de las nalgas de la Guzmán, el divorcio desabrido de la desabrida Lucerdito y de futbolistas que mueren heroicamente por la patria en un bar. Sólo la Jornada dedicó espacio para notificar el deceso, ojalá que las pocas noticias filtradas sirvan para que los que no han leído Catcher in the rye lo hagan.

martes, 26 de enero de 2010

Guerras x aqui,guerras por allá

Tal parece que la palabra de moda es GUERRA, todos se preparan para la guerra, los medios hablan y hasta parece que la promueven.
Hoy, en TVAzteca, la comentarista de noticias, cuyo nombre la verdad ni me interesa conocer, dijo que ahora México va a librar otra guerra, ahora contra la obesidad. No hay que perder de vista que ahora México libra otra guerra, la de las drogas.
El problema no es tratar el problema de las drogas, ni el de la obesidad, el asunto es que los problemas se resuelven no se combaten. Creo que este asunto de hacer la guerra a todo es heredado del grupo belicista gringo que se descaró de plano con la presidencia del alcohólico Bush (hijo, claro). Pero este engendro inventó su Libertad Infinita o como se llame su mortífero show, le puso nombre a la guerra, hizo lo contrario que hacían sus soldados cuando pelearon en Asia, al ponerles nombres de objetos o apodos a los coreanos, a los vietnamitas, a lo afganos,los despojaban de su humanidad, para poder liquidarlos a gusto y in cargo de conciencia, yo creo que por eso en las películas, siempre los héroes mamados gringos, quedan traumados con las miradas de sus víctimas. Bueno, pues Bush, disfrazó al monstruo de la guerra, le puso un nombre, la hizo amable y necesaria, pero a final de cuentas sigue siendo guerra.
Ahora con el chaparrin en la silla, resulta que los mexicanos somos guerreros, primero combatimos contra el narcotráfico y ahora contra la obesidad, desafortunadamente los mexicanos no somos buenos en la guerra, creo que desde el imperio azteca no hemos ganado una guerra, eso si, si ganamos batallitas las festejamos hasta el cansancio. En fin, no nos emocionemos mucho con solucionar nuestros problemas nacionales, pues ya sabemos como acaban nuestras guerras.
Ya fuera de tema, quise poner una foto de las presas de Huayapam, a 10 minutos del centro de las ciudad de Oaxaca, si vienen a turistear, les recomiendo una mojarrita frita.

jueves, 21 de enero de 2010

La edad de la soledad

Inmóvil, cargada de polvo

acariciada por la lluvia, los placeres,

por el viento y el sol

Intangible.

Todos creemos poder tocarla,

poseerla.

Ilusión Sisífica,

la vida es,

error del tiempo y de la luz.

Corbie Colbiat.
( Servilleta olvidada en un bar de reputación non-sancta )