¿Revolufia?

Pues van a aumentar los impuestos, ya lo dijo el voluminoso secretario de Hacienda. No conozco el ambiente político social de la presidencia ni del senado, conozco malandrines menores que se mueven en regidurías, presidencias municipales y gubernaturas y ahí se deciden muchas cosas al puro capricho, al calor del alcohol, en una carne asada y hasta en un teibol. Yo no sé si este señor secretario haya hecho un análisis riguroso, seguido de una reflexión acerca de la naturaleza decisión que tomó y que nos afectará a todos los demás, no quiero hacer juicios, pero creo que es una decisión arbitraria y tomada asì nomás, al chile.
Hay mucho de donde recortar, por ejemplo a los magistrados del IFE, no los corran, solamente denles un salario justo, no las exorbitantes y hasta groseras sumas que perciben, ahí están los partidos políticos, ahí están los burócratas de alto nivel, ahí está la corrupción federal y estatal, puros fideicomisos piratas pues, ¿cuánto creen que se sacaría de ahorrar en rubros tan poco esenciales como los partidos políticos?
No me gusta ser ave de mal agüero, pero mucho ha sonado por ahí la repetición cíclica de movimientos armados en México: 1810 y 1910, ¿que sigue?, ¿2010?, una revuelta de grandes magnitudes debe ser terrible, muerte, orfandad, hambre, pobreza, violencia todo eso y más, conjugado, multiplicado, permutado, combinado y todo los demás que quieran.
¿Se hará justicia?, ¿Se aplicará la ley?, no lo creo, si empiezan los fregadazos ¿dónde creen que van a estar lo Ulises Tuiz, los góbers preciosos, los Salinas, los Bibriescos y los Hildebrandos?, pues muy contentos en Europa o Estados Unidos disfrutando de sus cuantiosas fortunas. A los demás, con impuestos o sin impuestos, con violencia o sin violencia se los va a llevar la jodida.

Además, ¿que clase de revolución haría un pueblo enojado y aparte ignorante? ¿la que quieran los ricachos o la que quiera Estados Unidos?
Y luego, muy convenientemente, casi rayando en lo mágico, La inepta selección mexicana gana como nunca, justo cuando los ánimos sociales se están calentando por tanta burrada, muy sospechoso ¿no?